Por LUCÍA GARCÍA COBO
Para este número de Pasos a la Izquierda se decidió iniciar un debate sobre la violencia contra las mujeres. No tiene la pretensión de cerrar nada, todo lo contrario, entender por qué y hasta cuándo continuaremos con esta pesadilla para todas las mujeres. En este sentido, se ha solicitado la colaboración de Olga Fuentes Soriano que nos sitúa en el marco general de análisis del ámbito jurídico, partiendo de una pregunta que invita a leer este artículo y responde al final del mismo de forma clara y totalmente comprensible. También colabora Luisa Posada Kubissa, desde su perspectiva filosófica nos plantea cuestiones que generan todo un replanteamiento personal y social sobre conceptos como “poder sexual expresado” y “terrorismo sexual”, que nos lleva a un debate más trascendente y menos estadístico sobre la violencia ejercida sobre las mujeres. El tercer artículo corresponde a Berta Cao Menéndez que nos da a conocer como se ha articulado la organización de la importante movilización del pasado día 7 de noviembre y si hay señales para contar con un movimiento de mujeres y movimiento feminista con empuje para llevar más lejos estas reivindicaciones, estos gritos para sobrevivir cuando la violencia está al acecho de tantas mujeres. Por último, la cuarta aportación se corresponde con la presentación de algunas pinceladas sobre la propuesta programática de distintos partidos o candidaturas que se presentarán en las próximas elecciones generales del 20 de diciembre.
Cuando comencé a buscar información sobre tales propuestas me encontré con no pocas dificultades porque aún no están publicados los programas electorales. En esta búsqueda estaba cuando ocurrieron los terribles atentados de París. El primer día, la primera semana viendo y escuchando discursos, opiniones de una clase política en la que todos los (exactamente “los”) representantes son solo hombres, ellos con sus entrevistas importantes. Sin ver ni escuchar a mujeres políticas. Creo que solo he escuchado a la Alcaldesa de París, por motivos evidentes, y a Angela Merkel. Estas imágenes con tan poca presencia femenina tienen significado para abordar también las raíces de la violencia contra las mujeres.
Seguía examinando las páginas de los partidos y encontraba cuestiones sueltas y declaraciones aisladas sobre mi búsqueda principal. Entonces me llegó información sobre un acto donde se presentaría el “Informe sombra” sobre las observaciones finales de la aplicación en España en el período 2008-2014 de la CEDAW (Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres) consensuado por más de 270 organizaciones de mujeres y además nos invitaba a conocer las propuestas del Partido Popular, Candidatura Popular, Ciudadanos, PSOE y Podemos. ¡Ese era mi día! para conocer de primera mano como pensaban trabajar para resolver a más largo plazo y desde ya mejorar la situación de las mujeres que sufren la violencia y las que potencialmente están en riesgo. Efectivamente es una tarea monumental pero hay que reiniciar este camino (si, bien digo reiniciar porque los recortes presupuestarios han dejado estas políticas a un nivel ridículo) y, sobre todo, consolidar los avances; cuestión esta última que está en el pensamiento de muchas mujeres que asisten en los primeros años del siglo XXI a propuestas de medidas muy similares a las recogidas en los planes de igualdad de finales de los 80 del siglo pasado. Así es, ahí estamos; Olga Fuentes nos ofrece claves para entenderlo.
Volvemos al acto de la CEDAW, en la mesa estaban presentes cinco mujeres representando a las organizaciones citadas. De acuerdo con la moderadora y, tal como estaba organizado, fueron presentando propuestas para todos los apartados que recoge el citado Informe Sombra. Nos paramos en los detalles sobre el bloque de Violencia. El Partido del actual gobierno hizo repaso de todo lo conseguido en esta legislatura, que valoraba en términos positivos y nos informó que el programa electoral no estaba aún elaborado, por tanto no sabemos que planteará, más allá de continuar con las grandes líneas de esta legislatura. Unidad Popular planteó medidas interesantes, desde ampliar la Ley 1/2004 a todo tipo de violencia machista a cuestiones de orden judicial, derogación del derecho de visitas a los padres con denuncia de violencia de género y reactivar el observatorio de estas situaciones así como extender todas las medidas a las mujeres migrantes. La representante de Ciudadanos también insistió en la extensión de la Ley 1/2004 a todos los ámbitos hogar-calle y trabajo y que el maltratador no comparta la custodia de los hijos e hijas. El PSOE ofreció un listado más pormenorizado de medidas y el compromiso de incluir la violencia en la agenda política; en este sentido, manifestó la necesidad de recursos suficientes en todas las instituciones, publicar la relación de los maltratadores con sentencia firme, protocolos específicos para las mujeres que retiran la denuncia, planes integrales para las víctimas/supervivientes de la violencia de género, reformas legales para evitar que los condenados por violencia de género tengan derecho a las visitas a menores y aplicación del Convenio de Estambul . Podemos volvió a plantear la idea de ampliar el concepto de violencia en la Ley 1/2004 y trabajar en lo dispuesto en el Convenio de Estambul; garantizar el acceso habitacional sin exigir denuncia previa de violencia; medidas de sensibilización y prevención, también dirigidas a los hombres, sin optar por la publicación de las listas de maltratadores con sentencia firme; no permitir más recortes presupuestarios para aplicar estas medidas y servicios de atención cien por cien públicos para la atención directa a las mujeres, también en el ámbito local.
Estoy convencida de la buena voluntad de quienes han elaborado estas propuestas, sin embargo, creo que faltan medidas para conseguir que no se queden en los efectos sino que vayan más allá y resuelvan desde la raíz. Es fundamental conseguir que se tome conciencia de esta desigualdad estructural, de este dominio ejercido sobre las mujeres a todos los niveles. La violencia extrema sobre las mujeres, quitándole su vida sin compasión, está pegada al mantenimiento de la brecha salarial, al control de su salud y de su cuerpo, a su presencia social y política, a la valoración de sus aportaciones.. .un largo etc. Suele existir coincidencia en las medidas a aplicar pero no es suficiente, hay que dar un paso más.
No a modo de resumen, sí a modo para seguir el debate, vamos a ofrecer una medida a los partidos que no hemos visto en sus programas porque tras las próximas elecciones si quieren ganar credibilidad en sus propuestas, una buena medida sería convocar un Pleno monográfico en el Congreso para saber de qué hablamos cuando decimos violencia machista, cuál es su origen y cómo se comprometen a poner fin a esta situación. Con la máxima difusión, con interés. De este modo se integraría realmente en la agenda política. Otra propuesta en estas línea, muy sentida por los grupos de mujeres y movimiento feminista, es conseguir un pacto de las mujeres diputadas del Congreso, si no lo consiguen perderán mucha fuerza en sus planteamientos sobre cómo avanzar en las medidas de igualdad de oportunidades.
Y tras este recorrido hemos llegado para enlazar con esas imágenes carentes de rostro femenino cuando se habla y se decide sobre los conflictos, las guerras, los terrorismos siendo como son las mujeres víctimas principales de cualquiera de estas barbaries. ¿Cuántas mujeres mueren, son esclavizadas, heridas, menospreciadas en el mundo por estos conflictos? Más cerca, en España ¿Cuántas mujeres han muerto y cuántas deben morir a manos de sus parejas, ex parejas o similar categoría para hacer llamamientos parecidos a los que hemos presenciado estos días por los atentados de París? ¿Políticamente incorrecto, no es comparable? Las violencias tienen muchos rasgos en común, más de los que a simple vista parece. Seguiremos con el debate.